La malnutrición tipo B es un tipo de déficit nutricional, distinto al que comúnmente se conoce como malnutrición. Este término fue acuñado por la OMS en marzo de 2006 y hace referencia a la falta de nutrientes presente en algunos alimentos.
A día de hoy no es muy conocida, este tipo de malnutrición, que afecta sobre todo, a los países desarrollados, a diferencia de la malnutrición más común hasta ahora, la cual afecta sobre todo a los países más pobre (aunque no está exenta en el resto).
João Breda, director del Programa de Nutrición, Actividad Física y Obesidad de la oficina europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha contestado a las preguntas de Playground y ha declarado, que esta malnutrición:
Esta es la gran diferencia con la malnutrición común, es decir que aun comiendo alimentos, nos faltan los nutrientes que han ido perdiendo.
Esta pérdida de nutrientes comenzó por los años 40, cuando la agricultura intensiva dio un paso y se extendió como forma de cultivo. Se buscaba aumentar la producción, el rendimiento y los beneficios, usando fertilizantes químicos y pesticidas, y después optimizando la genética, de forma controlada y permitida por las autoridades sanitarias. Aun así en la comunidad científica no hay consenso sobre los efectos a largo plazo, tanto en la salud como en la tierra.
João Breda hace declaraciones muy contundentes:
La Agencia de Estándares de Alimentos publicó en un registro de 1929 a 1944 y otro posterior en 2002. Los datos revelan la alta deficiencia de nutrientes que la población consume (Debido a la mala alimentación y a la falta de nutrientes de la misma). Más del 30% de la población mundial padece esta carencia. Según éste registro, las frutas más afectadas son: el melón, la sandía y el aguacate. Las verduras más afectadas, mostrando una disminución que varía entre el 5 y el 40% son: la patata, la zanahoria, la cebolla y la endivia. Los minerales que más se han visto mermados fueron: el hierro, 70% en frutas como la manzana, el melón y la uva; y el segundo, el cobre.
João Breda también dice:
"Puede que con la agricultura intensiva algunas variedades de alimentos tengan menos vitaminas y minerales."
"No es correcto decir que los productos intensivos son siempre de mala calidad, pero una agricultura biológica y orgánica puede ser más interesante a nivel nutricional. Los últimos estudios indican que tienen un poco más de nutrientes."
Pone un ejemplo: "Los niveles en vitamina C en cítricos ecológicos y de temporada, pueden superar entre un 10% y 20% a los cultivados de forma convencional."
Sin embargo, Breda también dice, que "la etiqueta ECO no es la más fiable cuando hablamos de nutrición. Es la proximidad y la ingesta de frutas y verduras de temporada."
La pérdida de nutrientes, en estos alimentos esenciales, es perjudicial para la salud, ya que previenen enfermedades y dolencias como el cáncer o la diabetes. A pesar de ser otro tipo de malnutrición, es un problema que está ya en la sociedad de hoy y no sabemos hasta donde llegará.
Para terminar, lo vamos a hacer con una reflexión ayudado por una fábula sobre la apariencia. Porque no hay que olvidar que la mejor forma que hay para vender un producto, en este caso un alimento, es la apariencia, el cómo nos entra por los ojos.
La inmolación por la belleza. Marco Denevi
El erizo era feo y lo sabía. Por eso vivía en sitios apartados, en matorrales sombríos, sin hablar con nadie, siempre solitario y taciturno, siempre triste, él, que en realidad tenía un carácter alegre y gustaba de la compañía de los demás. Sólo se atrevía a salir a altas horas de la noche y, si entonces oía pasos, rápidamente erizaba sus púas y se convertía en una bola para ocultar su rubor.
Una vez alguien encontró una esfera híspida, ese tremendo alfiletero. En lugar de rociarlo con agua o arrojarle humo ?como aconsejan los libros de zoología-, tomó una sarta de perlas, un racimo de uvas de cristal, piedras preciosas, o quizá falsas, cascabeles, dos o tres lentejuelas, varias luciérnagas, un dije de oro, flores de nácar y de terciopelo, mariposas artificiales, un coral, una pluma y un botón, y los fue enhebrando en cada una de las agujas del erizo, hasta transformar a aquella criatura desagradable en un animal fabuloso.
Todos acudieron a contemplarlo. Según quién lo mirase, semejaba la corona de un emperador bizantino, un fragmento de la cola del Pájaro Roco, si las luciérnagas se encendían, el fanal de una góndola empavesada para la fiesta del Bucentauro, o, si lo miraba algún envidioso, un bufón.
El erizo escuchaba las voces, las exclamaciones, los aplausos, y lloraba de felicidad. Pero no se atrevía a moverse por temor de que se le desprendiera aquel ropaje miliunanochesco. Así permaneció durante todo el verano. Cuando llegaron los primeros fríos, había muerto de hambre y de sed. Pero seguía hermoso.
Fuentes: http://www.playgroundmag.net/food/Malnutricion_0_1802819718.html?utm_source=facebook.com&utm_medium=post&utm_campaign=Malnutricion
http://www.abc.es/sociedad/abci-malnutricion-tipo-ausencia-nutrientes-alimentos-201608081649_noticia.html